Nada se le escapa al SAT

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Nada se le escapa al SAT
Nada se le escapa al SAT

Desde que inició esta administración, estoy convencido de que el SAT se ha ido reforzando de una manera distinta, por eso nada se le escapa al SAT. Muchos dirán que las citas ya no son como antes, que la asesoría de chat uno a uno es deficiente (sin mencionar que ahora se tardan literalmente horas para atenderte).

Pude constatarlo este año (aunque ya lo venía sospechando desde años anteriores), que el SAT no solo tiene los dientes bien afilados, sino que ahora selecciona a quién atacar. Veámoslo simplemente con las declaraciones anuales del ejercicio 2021 que se presentaron en este mes de abril de 2022 que acaba de pasar.

Muchos saldos a favor del SAT, pocas devoluciones

No digo que el SAT esté, deliberadamente, rechazando los saldos a favor de las declaraciones anuales, ya que también he visto grandes sumas de dinero ser devueltas como consecuencia de los saldos a favor, sin embargo, para que esto sucediera también constaté que todos los involucrados deberían de tener su operación perfecta (contribuyente y retenedores). Así pues, si teníamos toda nuestra información cargada, y esta era correcta (incluyendo las deducciones personales), al menos del lado del contribuyente todo estaba bien, pero debíamos estar atenidos a que el retenedor (en este caso la empresa) también hubiera hecho los pagos respectivamente. Si este escenario se daba, la devolución procedía sin problemas (aunque a regañadientes de la autoridad fiscal.

Por desgracia no siempre se daban estos escenarios, y como ya lo dije, pude constatar una cantidad elevada de rechazos por parte de la autoridad fiscal con la excusa de que “Había inconsistencias en las retenciones por parte del retenedor” o alguna otra excusa que la autoridad viera.

El SAT años anteriores

A diferencia de otros años, en donde si se colocaba o se consideraba un importe mal o inexacto, simplemente la autoridad, en su revisión (porque asumimos que hace revisiones…) simplemente descontaba o no consideraba ese importe erroneo y devolvía la cantidad que resultaba a pagar; entonces si solicitábamos $20,000.00, quizá podíamos recibir $18,000.00, solo por poner un ejemplo. Entonces uno podía pensar “ok, me equivoqué, pero mejor que se quede así”. No era lo que esperábamos, pero estábamos satisfechos. Este año la cosa cambió, pues en lugar de recibir los $18,000.00, recibíamos $800.00. Así de grande fue la diferencia este año. ¿Qué pasaba con el restante? La autoridad se lo quedaba a espera de que el contribuyente metiera el famoso FED, que por desgracia es un proceso más laborioso y en algunas ocasiones hasta tedioso para los contadores (ya no digamos para gente que no sabe ni qué es activo o pasivo).

El secreto bancario vulnera la privacidad

Aunado a todo lo que vivimos en la época de la presentación de la declaración anual del ejercicio 2021, lo único que nos faltaba era que el secreto bancario se viera vulnerado. Se supone que el secreto bancario era el último bastión para proteger a los contribuyentes del exceso de las facultades de la autoridad fiscal. El problema es que el día 11 de mayo se dio a conocer, por parte de la SCJN, un documento en donde se exponía una situación en donde un contribuyente había señalado vulneración a su privacidad por parte de la autoridad fiscal con la finalidad de garantizar la obligación del ciudadano a cumplir con el gasto público, ¿cómo lo hizo? Accedió a sus cuentas bancarias sin necesidad de una orden judicial.

En este mismo documento la SCJN avalaba y respaldaba a la autoridad fiscal, argumentando que era más importante garantizar la obligación del ciudadano de contribuir con el gasto público que la privacidad de sus cuentas bancarias. Este tema lo abordé en el video que te dejo aquí abajo.

Y a ti, ¿crees que se le escape algo al SAT?

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