Cuentas por cobrar y cuentas por pagar en las NIF

2
Cuentas y deudas por cobrar y por pagar

Una parte muy importante dentro de la información financiera de toda empresa, es sin duda el reconocimiento de las obligaciones y cuentas tanto de cobro como las hay que pagar, ya que representan, en un momento dado, entradas y salidas de recursos; recurrentemente se suele caer en confusión en cuanto a la identificación y registro de estas operaciones y las cuentas que se involucran, por varios motivos, principalmente por aplicación de viejas costumbres.

¿Dónde están las cuentas por pagar y por cobrar en las Normas de Información Financiera?

Las Normas de Información Financiera o NIF son extensas, y localizar conceptos tan específicos puede ser algo complicado en un principio; así que, si al igual que en este caso en particular, queremos consultar lo referente a las cuentas que deben pagarse y a las que se tienen derecho de cobro, para poder identificarlas en medida de lo posible, podemos comenzar con las siguientes normas:

Cuentas por pagar

Las cuentas por las que se tienen alguna obligación de pago, son varias, y por lo mismo intervienen varias normas, pero para comenzar, la NIF C-9 Provisiones, Contingencias y Compromisos, es en la que se “concentra” la mayor información y prácticamente es como una guía hacia las demás, ya que define conceptos coadyuvantes a la identificación de las que son por pagar.

En la NIF C-9 podemos encontrar que, si se trata, por ejemplo, de obligaciones de pago tratándose de impuestos a la utilidad o con los trabajadores, la NIF D-4 o la NIF D-3 son las correspondientes; pero si nuestro objetivo inicial de estudio, son las referentes a las operaciones propias de una entidad o empresa, esta norma dice lo siguiente:

  • Instrumentos financieros por pagar. – son los originados por financiamiento recibido
  • Proveedores. – son cuentas por pagar por bienes que se le han suministrado a la empresa, o servicios que esta ha recibido, como resultado de un acuerdo formal con la contraparte.
  • Otras cuentas por pagar. – estos pasivos son aquellos como, por ejemplo, impuestos retenidos por pagar, impuestos, derechos y aprovechamientos a cargo de la empresa, los cuales se originan por disposiciones legales, por mencionar algunos. En este sentido, no olvidemos, siempre que no se trate del impuesto a la utilidad.

Cuentas por cobrar

Ahora bien, para las cuentas por cobrar podemos comenzar desde, y principalmente, en la NIF C-3, en esta norma se encuentran aquellas por las que el plazo para proceder a su cobro, es corto, ya sea que se traten de las cuentas comerciales (propias de la actividad de la empresa) u otras cuentas por cobrar; y cuando se trata de cuentas por cobrar, pero a largo plazo o en las que incluyen intereses (como las famosas ventas a crédito) entonces debemos recurrir a la NIF C-20 Instrumentos financieros para cobrar principal e interés.

En esta norma, observamos que:

  • Las cuentas por cobrar comerciales. – son Instrumentos financieros por cobrar (IFC), ya que están basadas en un contrato que establece obligaciones para cada una de las partes.
  • Otras cuentas por cobrar. – estas incluyen tanto aquellas que están basadas en un contrato como las que no, si lo están se consideran Instrumentos financieros por cobrar (IFC), si no es así, solo son otras cuentas por cobrar; en este rubro se pueden clasificar, por ejemplo, los préstamos a empleados o los saldos a favor de impuestos.

Qué más se debe considerar

Una vez que hemos conocido los conceptos, habremos de analizar cómo se reflejaran de forma cuantitativa las cuentas que se mencionan, y para esto es también necesario estudiar otras normas, además de las mencionadas anteriormente, como la NIFD-1 Ingresos por contratos con clientes, si se trata del reconocimiento de ingresos.

Como primer paso, siempre es necesario conocer las definiciones para poder identificar a cada una de las cuentas, ya que todas tienen reflejo, de una u otra forma, en la información financiera que se genera y en los documentos que la sustentan.

2 Comentarios

  1. Mercadería dañada: si la mercadería no se va a destruir, sino se mantendrá en bodega, lo adecuado es crear una cuenta complementaria de activo: provisión de inventarios dañados u obsoletos. Se carga el gasto con el valor de la mercadería dañada y se abona la cuenta “provisión de obsolescencia o productos dañados.

Dejar una respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.