Una de las ultimas noticias que se ha dado a conocer es la de un reciente acuerdo entre PROFECO (Procuraduría Federal del Consumidor) y el SAT (Servicio de administración tributaria), acuerdo que tiene la finalidad de intercambiar información que permitirá estar más “alerta” sobre la introducción de mercancías al país, las cuales deberán cumplir con los requisitos que determinan las Normas Oficiales Mexicanas (NOM), además este convenio de intercambio también servirá para conocer información de las empresas que tienen adeudos sobre algunas multas, esto con el objetivo de que dichas empresas no puedan ser proveedoras de bienes o servicios de alguna institución gubernamental, esto con base en lo que se señala en el artículo 32-D del código fiscal de la federación:
La Administración Pública Federal, Centralizada y Paraestatal, así como la Procuraduría General de la República, en ningún caso contratarán adquisiciones, arrendamientos, servicios u obra pública con los particulares que tengan a su cargo:
- créditos fiscales firmes
- créditos fiscales determinados, firmes o no, que no se encuentren pagados o garantizados
- que no se encuentren inscritos en el RFC
- que no haya presentado sus declaraciones en tiempo y forma
(Esto es solo una parte de lo que hace referencia el mencionado artículo).
Proceso para el intercambio de información
Por supuesto todo esto implica una serie de cambios y nuevos procedimientos (y seguramente también dinero), lo primero que harán estas dependencias será capacitar al personal tanto de PROFECO como del SAT, sobre el procedimiento administrativo de ejecución para el cobro de créditos fiscales y sobre requisitos no arancelarios que marcan las NOM relacionadas con la importación de mercancías.
Estos recientes cambios parecen ser parte de esa intensa misión de que todas las dependencias trabajen como “relojitos”, que no está nada mal, solo que, personalmente, sería bueno que implementaran cambio por cambio, ya hemos visto todo lo que trajeron las reformas del 2014 en especial la fiscal, en la cual sus cambios tan drásticos han ocasionado mucha incertidumbre en los contribuyentes, además de costos que no se tenían planeados, y ni decir sobre los cambios a los CFDI, que al parecer no van a parar, y ahorita con esta noticia, ya no se sabe ni qué esperar.
Por lo pronto no queda de otra que irse adaptando a lo que está por venir, así como prepararse para las revisiones electrónicas que aparentemente inician el próximo mes, aunque ya por algunos sitios de la red se comenta sobre posibles aplazamientos, pero por si acaso mejor vayámonos preparando.