Lamentablemente existen contadores que son capaces de hacer cualquier cosa por dinero, con errores frecuentes. A pesar de la estricta normatividad fiscal en la cual está incursionando el país, algunos ajustan los estados financieros más que nada para obtener fianzas o créditos necesarios para realizar algún proyecto, en otras ocasiones se llegan a manejar dos estados financieros diferentes uno para los dueños y otro para los contadores.
En la mayoría de las ocasiones se puede observar la carencia de conocimientos contables por parte de los propietarios, aunado a esto buscan dirigir las empresas basándose en sus conocimientos empíricos por otro lado el personal administrativo hace mal uso de la información que posee.
Algunos casos de errores frecuentes
Como bien sabemos, la mayoría de los grandes corporativos manejan numerosas empresas para crear estrategias fiscales que ayuden a la disminución de la carga tributaria haciendo operaciones entre ellas, es decir actúan como comprador y vendedor al mismo tiempo, incluso tienen personal poco preparado que reporta pasivos como ingresos o llegan a utilizar la contabilidad de valor hipotético a futuro.
Si la empresa cotiza en la Bolsa Mexicana de Valores, con este tipo de contabilidad es relativamente fácil controlar el precio de las acciones ya sea manteniéndolo estable o aumentándolo, logrando así reducir el endeudamiento de la empresa, por ende, el mercado al solo reflejar números podrá definir que está libre de riesgos y es una buena opción para invertir en acciones.
Los errores más frecuentes se pueden encontrar en los estados financieros. Existe muchas maneras para maquillar los estados financieros de cualquier empresa, algunas de ellas son: reducir los gastos, amortizar las inversiones inmobiliarias, crear una reestructuración empresarial, contabilizar gastos como si fuesen reservas en lugar de registrarlos en su cuenta correspondiente de resultados, endeudar a la empresa principal a través de subsidiarias que no consolidan su información en los estados financieros del grupo, contabilizar operaciones con estimaciones optimistas, reconocer anticipadamente los ingresos, contabilizar anticipos como si fuesen ventas, registrar contablemente como gastos las pérdidas cambiarias, etc.
Es importante que un contador tenga presente Qué es la contabilidad y sobre todo sus funciones como parte dominante de la materia para no caer en errores frecuentes.
Cuando una empresa llega a realizar operaciones que atentan contra su estabilidad y vida financiera, es reflejo una ausencia de normativa gigantesca, debido a que no tienen políticas internas sobre el tratamiento contable que se debe tener y a la ausencia en el uso de las Leyes Fiscales, NIF, US GAAP e IFRS.
Cómo solventar los errores comunes de la contabilidad
Por eso siempre es importante contar con auditores profesionales que puedan detectar a tiempo la información financiera manipulada, con la finalidad de dar abstenciones de opinión o en su defecto opiniones negativas.
Al momento de revisar la información es importante saber detectar errores que se pueden cometer ya sea por descuido o intencionales, es importante señalar que la ausencia de conocimiento sobre leyes o reglamentos no exime las consecuencias implícitas en ello.
Los supuestos mencionados anteriormente pueden ser evitados teniendo una junta directiva integrada por los inversionistas, directores y accionistas que gobiernen a la entidad con la finalidad de crear un conjunto de normas estructurales para la implementación de procesos de las empresas, asegurando la equidad y transparencia de las operaciones de una empresa con los accionistas, los clientes, los empleados, el gobierno y la comunidad.
La junta directiva juega un papel muy importante en la administración estratégica de la empresa para no caer en los errores frecuentes que sufre la contabilidad, vigila las actividades internas y externas en la organización evaluando todas las propuestas y decisiones de la administración ofreciendo sugerencias, de igual manera propone alternativas y define la misión de la empresa.
Autores: Contadores Daniel Bonilla y Jesié Cedeño
