El tema de la argumentación es un campo que generalmente se estigmatiza a los abogados, pero esto no tiene que ser una regla. A partir de que se llevaron a cabo las primeras reformas mediante las cuales, una gran cantidad de legislaciones fiscales y penales quedaron correlacionadas, la necesidad de virar hacia otros campos de estudio fue indiscutible y relevante.
No es ningún secreto que para aplicar de la mejor forma posible las leyes fiscales, es de vital importancia que se analice cada parte de las mismas, ya que en cada disposición se establece como es que se debe o se debería aplicar dicha disposición; asimismo, también de un análisis profundo se puede comprender la aplicación de la ley en beneficio de quien le es aplicable.
Qué es la argumentación
Hoy en día ya no solo se requiere de analizar a cada una de las leyes fiscales, sino también, resalta la obligación de tener que argumentar, lo que no solo aplica en el ámbito del Derecho, sino también en materia fiscal; y más aun considerando la correlación antes mencionada.
De acuerdo a la RAE, argumentar es en sí aducir, alegar o dar argumentos, incluso impugnar una opinión ajena.
En términos generales se puede considerar que la argumentación es un procedimiento a través del cual, se buscan, se estudian y se seleccionan los argumentos necesarios enfocados a una determinada situación, con los cuales se pretende impugnar una opinión; y, en el sentido jurídico y/o fiscal, es completamente valido y totalmente recurrente.
¿Los contadores saben sobre argumentación?
Seguramente a tal pregunta la respuesta es un rotundo si, no obstante, en muchas ocasiones, esto llega a generar confusión e incertidumbre, ya que, en la mayoría de los casos, no solo se trata del estudio y análisis de una sola legislación, sino de varias, lo que frecuentemente lleva a un desistimiento o desconocimiento en la búsqueda de argumentos.
Regularmente, cuando se trata del ámbito fiscal, la argumentación se llega a limitar a las leyes fiscales más conocidas, ignorando quizá otras que pueden generar mejores beneficios, pero que por determinadas razones no se llegaron a revisar.
El reto de aprender a argumentar para el próximo año
Los cambios derivados de las recientes reformas no dejan de sorprender, y para el próximo año las disposiciones requieren de un mayor análisis, de la misma forma, es necesario buscar los mejores argumentos con los cuales se pretenda dar reversa a una posible injusticia o ilegalidad, por lo que el 2022, podría representar un reto para aprender a argumentar, en caso de que esto sea una las tantas cosas que provocan dolores de cabeza.
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