Consideraciones para un nuevo negocio y emprendedores

Los negocios deben tener bien claro hacia donde se dirigen. Si se trata de iniciar un nuevo negocio o proyecto, una planeación adecuada no debe faltar, ya que en estos tiempos puede ser muy fácil desistir, o incluso, “quebrar” una vez comenzado.

Cuando se inicia como emprendedor, las dudas en cuanto al control, administración y supervisión suelen ser muchas, en todos los ámbitos, y ni dudar en el caso del ámbito fiscal, ya que a esa parte se destina recurso financiero que, a menudo, los empresarios consideran dinero tirado a la basura, y de no considerarse, puede ser agresivo.

Consideraciones generales al iniciar el negocio

Si nos encontramos en el punto de inicio de un nuevo proyecto o negocio, debemos tomar en consideración importantes puntos, principalmente aquellos que tienen relación directa con las finanzas y administración de las mismas.

Es muy recurrente que, iniciando el negocio, y aun sin saber exactamente cuál es el rumbo que debemos seguir, en los primeros cambios se genere un poco de pánico, por lo que podríamos observar algunos de los siguientes puntos para iniciar:

• Contar con un organigrama, independientemente del tamaño de la empresa, siempre es importante delimitar responsabilidades
• Determinar el proceso administrativo, este concepto suele denotar un poco de incertidumbre, ya que se piensa que solo es aplicable a las grandes organizaciones; sin embargo, dicho proceso abarca todos los conceptos que diariamente observaremos, por ejemplo:
  • La planeación que dio inicio al negocio
  • La organización que se seguirá para realizar las actividades planeadas
  • La dirección bajo la cual se llevará a cabo lo planeado y organizado,
  • Así como el control que deberá existir para cumplir con los objetivos.
• Otros datos que deben conocerse a detalle, son los costos y los gastos en los que se habrá de incurrir para que el negocio genere los ingresos esperados.

Como golpea la fiscalización, cada vez mas opresiva, a estos nuevos emprendedores

Se ha observado en algunas zonas del país, que existen negocios “nuevos” (o no tanto) en los cuales no se percibe la formalidad, y no es para menos, porque derivado de los tantos tramites y gastos que se generan el tener que registrarse en Hacienda, y aunado a lo que significa pagar los impuestos correspondientes, dichos negocios terminan por no formalizarse, y esto los lleva a tener que cerrar o solo sobrevivir.

Por tanto, además de las consideraciones anteriores, una parte relevante, es tomar en cuenta el pago de los impuestos y el cumplimiento de las obligaciones, sobre todo si el plan del negocio es crecer a un cierto plazo.

Cabe mencionar que, lo anterior, también debe analizarse bien, recordemos que dentro de las iniciativas que se analizan (y seguramente aprobada) se encuentra el de esquemas reportables.