En semanas anteriores, el jefe de gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, propuso que el salario mínimo aumentara de $67.29 pesos a $80.00 pesos, desatando la polémica entre distintos sectores de la población, economistas y uno que otro globalifóbico.
Analicemos pues, ambas caras de la moneda. En primera instancia es cierto, $67.29 pesos al día no alcanzan para sostener una familia en sus necesidades más básicas por mucho que ciertos personajes políticos se aferren a lo contrario, luego entonces, ¿aumentar el salario mínimo, se traduciría en un incremento de la calidad de vida de los mexicano? La respuesta no se puede dar en un simple sí o no, hay elemento y variantes que analizar.
Antes que nada, deberíamos preguntarnos qué es el salario mínimo. El salario mínimo es un indicador económico y como tal, su comportamiento en ocasiones dista de la realidad, y utilizando este argumento se puede decir que entonces, un aumento al salario mínimo, realmente no traería consigo incrementos a los costos en las empresas pues el salario mínimo está lejos del salario medio que se paga en México.
Entonces, ¿se puede aumentar el salario mínimo por decreto? Desde mi punto de vista y a pesar del argumento expuesto anteriormente la respuesta sería NO, hay que situarnos en el contexto en que vivimos: México es un país en el que según datos del INEGI 95% de las empresas que existen son microempresas, estas serían las principales afectadas por un incremento repentino al salario mínimo, en primer lugar, por que incrementaría sus costos de mano de obra y por ende causaría que estas empresas a su vez incrementaran sus precios, generando una bola de nieve que terminaría por dar al traste con los beneficios del incremento.
La economía en México está estancada, nuestro crecimiento económico el año pasado fue de solo el 1.3%. Incrementar el salario mínimo no es viable puesto que este incremento no está respaldado por productividad ni crecimiento económico.
Parece que los argumentos contra un incremento por decreto son sólidos, ahora bien, que es lo que se puede hacer para beneficiar realmente al trabajador sin necesidad de pasarle la factura a los empresarios (los de a pie, claro está).
Existen otras alternativas que, bien administradas, pueden dar un mayor beneficio a futuro en cuestión económica. Por ejemplo: reducir las cuotas de seguridad social en las pequeñas y medianas empresas; incentivar la formalidad, dando facilidades administrativas a las nuevas empresas; y abrir el espectro de deducciones para las personas físicas del régimen de sueldos y salarios.
Estas medidas benefician a trabajadores y patrones por igual, pues las percepciones netas del trabajador se incrementarían al reducirse las retenciones.
Esto sin contar los efectos de una indiscriminada alza de precios. Y es que todo mundo habla del salario mínimo que SOLO las empresas deben pagar, pero, ¿acaso alguien ha volteado a ver a todos aquellos comerciantes en los supermercados? ¿Acaso al señor Miguel Ángel Mancera tuvo la dignidad de voltear a ver a los que comercializan en tianguis o incluso en las tortillerías y abarrotes? Para ellos la cosa sencillamente no cambiaría, y en tal caso, se verían obligados a realizar un incremento en el alza de sus productos, por lo que en poco tiempo la moneda y el peso tendrían el mismo poder adquisitivo que ahora, y el alza del salario mínimo solo habría servido para los intereses de un par de políticos.
¿Crees que el Salario Mínimo debe aumentar, o eres de los que cree que es la productividad lo que debe subir? También se vale decir que los políticos dejen de robar. En tal caso, deja tu comentario; alzar nuestra voz siempre debe ser un derecho de todos.
A nuestro país los políticos siempre han llevado por el camino en sentido contrario el aumento de salario mínimo les daría oportunidad de amasar mas capital para llevarse,
Estoy plenamente convencido que lo que aquí comento hay economistas contadores financieros que conocen y saben cual seria el camino ideal para enderezar la economía y llevar a México por la senda del éxito económico tan anhelado por el pueblo .
conocimientos que son obstruidos por la ambición de la clase política funcionarios de pacotilla que saben cual es la solución solo que para ellos lo representa beneficios a sus intereses pues dejarían de llenarse las bolsas mientras la economía se hunde.